jueves, 27 de septiembre de 2012


“Diseño curricular por competencias basado en el enfoque socioformativo para la carrera profesional universitaria de Agronomía”
(ensayo)
 

La universidad como pilar fundamental de la investigación, ente productor y proyector del conocimiento científico, tiene la función ineludible de sostener el desarrollo humano de la sociedad que la alberga. La sociedad actual demanda que la enseñanza superior dote al estudiante de competencias para insertarse en un mundo laboral exigente, diversificado y muy especializado; y una convivencia humana extremadamente complicada, individualizada, violenta, corrupta y axiológicamente deteriorada.
En esta sociedad tecnificada en extremo, con brechas sociales insalvables y controlada por la globalización de la economía y la información principalmente, donde la cultura es envolvente evidenciando que la diversificación y transculturización deja la predominancia de la de los países desarrollados, llegando a veces a erradicar algunos rasgos culturales de los que están en desarrollo.
La reacción de la universidad ante este reto no ha sido suficiente teniendo en cuenta la responsable demanda actual de la sociedad. [1]La universidad ha tendido hacia la “mercantilización” de los servicios de enseñanza, subordinando la investigación y las demandas de la sociedad, disminuyendo considerablemente la calidad de la educación. Las sociedades actuales señaladas como las del conocimiento, exigen un sistema de enseñanza superior que posean un buen nivel de calidad y pertinencia y un grado de cooperación internacional suficientes, para erigirse como pilares de la edificación de esta sociedad cambiante, por lo que se hace necesario y fundamental el apoyo público. La producción y divulgación del conocimiento genera un costo, en el ámbito cultural, social y cognitivo; necesitando de parte de la sociedad un nivel de financiación, en lo económico, social o cultural. La aparición de nuevos conocimientos organizados en disciplinas cada vez más específicas y en redes de conocimientos más complejos y menos jerarquizados, ponen un reto considerable a las universidades, para mantenerse actualizadas, pertinentes y con enseñanza de calidad, por lo que el nuevo modelo que se implante tiene que ser reformado, teniendo en cuenta estas características del mundo actual.
Esta realidad problemática se repite en el Perú, incrementándose con una legislación que es parte importante de la decadencia del sistema. La universidad no se adapta a las necesidades actuales de nuestra sociedad, es diversificada, eminentemente “mercantilizada”, desclasada, con escasa promoción de la investigación, que se ha extendido a lo largo del territorio con pseudo filiales sin tener en cuenta las necesidades de su contexto, donde las profesiones que predominan son las de ciencias sociales y otras, que requieren menos inversión en laboratorios, equipos y materiales para la investigación. Por otro lado hay universidades creadas por demandas y tendencias coyunturales o por intereses económicos y comerciales. Como se explica en Informe “La Universidad en el Perú” (2005).
Ante este fenómeno, planteamos un cambio en el modelo curricular de la carrera universitaria de Agronomía, que contenga una formación en competencias, bajo el enfoque socioformativo, por lo siguiente:
La formación que reciben los estudiantes no puede excluir el aspecto humano. El enfoque socio formativo rompe con la tradición de mantener un currículo que forme con una selección de los campos del conocimiento acorde con lo que las personas necesitan conocer para resolver un conjunto de problemas presentes en el sistema social, con una rigidez academicista que bloquea la toma de conciencia y la contextualización del estudiante, es decir no hay una formación humanista.
El enfoque socio formativo asume el “currículo como como un proceso específico, de acuerdo a negociación entre los requerimientos de la sociedad, de las instituciones educativas y de las personas, con respecto a la formación integral y el aprendizaje de competencias en las diferentes áreas de actuación, teniendo como propósito favorecer la autorrealización, la construcción del tejido social y el desarrollo económico” (Tobón, 2010)
El Enfoque socioformativo o enfoque complejo se define según Tobón (2010) como un marco de reflexión – acción educativo que pretende generar las condiciones pedagógicas esenciales para facilitar la formación de personas íntegras, integrales y competentes para afrontar  los retos-problemas del desarrollo personal, la vida en sociedad, el equilibrio ecológico, la creación cultural-artística y la actuación profesional-empresarial, a partir de la articulación de la educación con los procesos sociales, comunitarios, económicos, políticos, religiosos, deportivos, ambientales y artísticos en los cuales viven las personas, implementando actividades formativas con sentido. Difiere de otros enfoques de competencias en que enfatiza en cómo cambiar la educación desde el cambio de pensamiento de las personas responsables de ella a través de la investigación acción, teniendo en cuenta la persona humana como un todo, una de cuyas dimensiones son las competencias.
El mismo autor explica que los fines del currículo desde el enfoque socioformativo apunta a que los directivos, docentes, personal administrativos, familias y estudiantes gestiones la formación humana integral a través de un solo proyecto ético de vida, el emprendimiento creativo y el aprendizaje de competencias fundamentales… este enfoque propende en la aplicación de un currículo que no sólo tenga que ver con la formación de los estudiantes, sino también para toda la comunidad educativa en general y un aporte fundamental para elevar el nivel de calidad de vida.
Según (Tobón, 2010) Los Principios del Pensamiento Complejo aplicados al currículo son: El principio de la auto-eco-organización, El principio de recursividad organizacional, el principio dialógico y el principio hologramático.
El principio de la auto-eco-organización, consiste en que un sistema vivo debe buscar unos determinados fines acordes con su estructura a partir de relaciones de dependencia constructiva y cambiantes con el entorno externo. Los sistemas que se concentran sólo en sí mismos, o que se despliegan para responder sólo a las demandas externas, no cumplen a cabalidad con sus fines. Morín lo expresa de forma clara cuando plantea que para ser independiente, es necesario ser dependiente, pero las relaciones de dependencia deben ir cambiando para asumir nuevos retos y no quedarse en un estancamiento.
Las universidades deben ir cambiando, renovándose para asumir los nuevos retos que le presenta la sociedad, de la cual dependen, adecuación que las mantendrá en un nivel de pertinencia, con buena calidad de enseñanza, formando personas creativas y emprendedoras.
El principio de la recursividad organizacional, trasciende la causalidad propia de la epistemología positivista que ha tenido y que tiene la ciencia tradicional, y en su lugar propone tres aspectos: 1) las causas actúan sobre los efectos, pero al mismo tiempo, los efectos actúan sobre las causas; 2) los fenómenos no tienen una única causa ni un único efecto, y todo ello es necesario analizarlo para generar una mayor comprensión y así posibilitar una actuación en la realidad más efectiva y pertinente al sistema global; y 3) los procesos se regulan y mejoran a partir de información, y esta información debe provenir de varias fuentes, no de una.
En las universidades no sólo se requiere tener un currículo de calidad para asegurar una buena formación humana e integral, sino que mucho tiene que ver en la formación los directivos gestores y emprendedores, docentes capacitados y la intervención de la comunidad en general en plantear organizadamente las demandas educativas que se consolidarán en el perfil profesional de cada carrera universitaria.
Para la evaluación del currículo es necesario utilizar varias fuentes: el sector productivo, los egresados que son buena parte de la comunidad para ir actualizando los contenidos y perfeccionándolo de acuerdo a las demandas de la sociedad del conocimiento.
Los estudiantes no precisan solamente formarse con los contenidos del campo del conocimiento que han escogido, sino tener una formación amplia y diversa, que le permita desenvolverse en la sociedad globalizada y ejercer una ciudadanía universal propia de estos tiempos.

El principio dialógico, aplicando el pensamiento complejo que propone un avance respecto a la propuesta de la dialéctica tradicional al establecer que no sólo hay que unir los contrarios, sino que también hay que establecer los mejores caminos o medios por los cuales se deben complementar dichos contrarios u opuestos a partir de unos determinados fines, considerando el sistema global como tal, buscando que lleven a los procesos a tener un mayor desarrollo, creatividad, posicionamiento y fortaleza para afrontar el contexto.
En el sistema universitario, el diseño curricular tiene que tener algunas características que lo validen, tanto la sociedad como los actores del proceso formativo, los estudiantes. La complementaridad de los fines y expectativas de los directivos, docentes, estudiantes y comunidad. Así también de la investigación científica con la investigación de la calidad de la enseñanza y la investigación aplicada y lo inherente a esta, como los costos y el financiamiento.
Así también la relación de complentaridad de la formación para la realización personal con la formación científica, la formación socio-ambiental y la formación para el mundo laboral-profesional.
Así mismo no se debe dejar de lado la complementación entre la flexibilidad, la diversificación con la línea de formación trazada en la estructura.
El principio hologramático, es que el todo está presente en las partes.
La universidad como parte de la sociedad, debe representar a esta, configurándose para encarnar sus necesidades y problemas, insertada en el tejido social.
El modelo educativo como parte debe integrar la esencia de las políticas educativas de una región, país y el mundo que es el todo. El perfil del estudiante debe articular la esencia del modelo educativo. El diseño de módulos, proyectos formativos o unidades de organización curricular, que son partes, deben articular con el modelo educativo institucional, así como las políticas educativas macro, que es el todo.
La refundación de la escuela tiene que tener una base científica de orientar la formación hacia las necesidades de la sociedad actual, de la tecnología y el conocimiento, de la sociedad globalizada en la economía, la cultura y la información. Ante esta necesidad surge un paradigma moderno en la investigación de la educación: el paradigma sociocognitivo.
(Vargas, 2008), detalla la importancia del paradigma sociocognitivo:
Del análisis de los paradigmas cognitivos y sociocultural, surge el planteamiento de un nuevo paradigma socio-cultural. (Román y Díez, 1999) En efecto, cada uno de los paradigmas antes mencionados, aportan su visión y características peculiares que, integrándolas conforman un modelo educativo compatible entre sí; bajo una propuesta de transformación teórica y metodológica que responda a las necesidades de una sociedad globalizada con un tinte humanista.
Los alcances que este paradigma sociocognitivo pretende cubrir, implican que a partir de una adecuada estructuración significativa de los contenidos, hechos y procedimientos, se vea favorecido el aprendizaje significativo individual (modelo cognitivo); debiendo complementarse con la experiencia individual y grupal contextualizada de los alumnos (modelo sociocultural); para que de esta manera, surja el interés y la motivación necesaria que posibilite la creación de actitudes, valores, capacidades y destrezas.
Surge entonces una necesidad de usar un nuevo paradigma en la investigación que complemente los alcances de los paradigmas de la “nueva escuela”, que deben subyacer para reformar la formación del nuevo hombre: el paradigma cognitivo y el paradigma sociocultural.
(Vargas, 2008), explica las razones de este cambio y las detalla así:
a)  El paradigma cognitivo centra su atención en los procesos de pensamiento del profesor (cómo enseña) y del alumno (cómo aprende); mientras que, el paradigma socio contextual se preocupa del entorno y de la vida del aula; de ahí, la importancia que representa que ambos aspectos estén obligados a conseguir su complementariedad.
b)  Respecto al alumno, debe considerársele como actor del aprendizaje, ya que es parte de ese escenario, es decir, su contexto vital. Bajo estas circunstancias, la interrogante formulada de ¿cómo aprende un alumno?, se convierte y queda reforzado en el ¿para qué aprende?; vista desde una perspectiva contextualizada. Esto confirma que las capacidades y los valores poseen no sólo una dimensión individual sino también social.
c)  Una de las características propias del paradigma cognitivo consiste en fomentar el individualismo, pues sólo vigila los procesos que efectúa una persona; no obstante, el paradigma socio contextual tiende a sociabilizar, ya que se apoya en la interacción contexto – grupo – individuo y viceversa; por tal razón, es necesario que ambos paradigmas logren su integración.
A través del paradigma cognitivo se puede dar significación y sentido a los conceptos y hechos, desde la arquitectura del conocimiento (aprendizaje constructivo y significativo). En tanto, el paradigma socio-cultural, ofrece estructurar significativamente la experiencia y facilitar el aprendizaje compartido dentro de un marco de la cultura social e institucional.
La formación de los jóvenes en una sociedad de gente individualista, violenta y sin paradigmas éticos, donde se nota el gradual deterioro de la familia y con una escuela anclada en el pasado, obliga a los investigadores a analizar y reformar el papel de ésta. Los planteamientos de la Pedagogía Conceptual según De Zubiría, (2007), la escuela debe formar a los estudiantes para la vida, en lugar de sólo educarlos. Según el autor, desempeñarse bien en la vida requiere dominar las competencias afectivas humanas y desempeñarse bien en el trabajo requiere que se desarrollen los talentos de cada alumno, a fin de hacerlo muy competente laboralmente, según las exigencias del siglo XXI.
El currículo tradicional que rige la enseñanza en las universidades es por objetivos, los conocimientos se compartimentan en campos específicos en base a los rasgos del perfil profesional, teniendo como fin el aprendizaje de las asignaturas y los medios la metodología empleada en el aprendizaje. La formación es específica para lograr ese fin, la formación general es débil y aislada del contexto, formación que no tiene el aspecto humanista. Este tipo de formación no es la adecuada para las exigencias de la sociedad actual.
La formación por competencias tiene como fin el desarrollo de capacidades y valores del estudiante, los conocimientos están englobados en módulos de enseñanza, siendo los contenidos y los métodos de enseñanza los medios para lograr tal fin. Este sistema de enseñanza es integral, donde el estudiante construye conocimientos que salen y sirven en su contexto, sin desvincularse del mundo.
La competencia profesional es la capacidad de realizar las actividades correspondientes a una profesión conforme a los niveles esperados en el empleo. El concepto incluye también la capacidad de transferir las destrezas y conocimientos a nuevas situaciones dentro del área profesional y, más allá de ésta, a profesiones afines. Esta flexibilidad suele implicar un nivel de destrezas y conocimientos mayor de lo habitual incluso entre grupos de trabajadores con experiencia. Transferir destrezas y conocimientos es hoy el horizonte de cualquier formación, que pretenda cumplir los estándares en términos de requerimientos en “la sociedad del conocimiento”.
La concepción primigenia de competencia está asociada al saber hacer y saber hacer en las cosas usuales, tales como los oficios, por ejemplo, la carpintería, la construcción, los curanderos, etc. Y todo el conjunto de capacidades de vida que el hombre adquiere en su trato con las cosas. (Iglesias, 2010)
La misma autora detalla respecto a la importancia de la formación en competencias para lograr una realización dentro de la sociedad actual: …La filosofía de base de las competencias laborales y la filosofía de las competencias cognitivas en la educación básica sean diferentes, aunque ambas perspectivas sustentan el tema de las habilidades y competencias necesarias para que los individuos lleven una vida exitosa y responsable… las capacidades son necesarias para llevar una vida significativa y exitosa.
Esto deriva en un posicionamiento de las competencias desde el punto de vista del campo laboral y desde la educación. Esta relación es la que hace pertinente a la educación por competencias, donde la educación tiene que estar vinculada estrechamente con el sector productivo que brinda el mercado laboral. Este, demanda profesionales con ciertas características, útiles en la satisfacción de las necesidades propias del mundo actual, profesionales que sepan interactuar dentro de la sociedad, con una conducta ética y por supuesto, con las capacidades actualizadas en su campo de acción. La educación tiene la responsabilidad de esta formación.
Sternberg (1987)[2] citado por (Iglesias, 2010) define la competencia como una conducta adaptativa y propositiva que se adapta a un contexto y posee unas metas o finalidades. Supone un modelamiento y una elección de ambientes del mundo real relevantes para la vida de un sujeto. Por ello es diferencial (al variar de un sujeto a otro) y aprendida (se prende en un contexto social).
Desde la perspectiva cognitiva se puede conceptualizar a la competencia, como: un conjunto de elementos heterogéneos combinados en interacción dinámica: entre los ingredientes podemos distinguir los saberes, el saber hacer, las facultades mentales o cognitivas y las cualidades personales. También puede definirse como la capacidad probada de realizar una tarea particular y de realizarla en condiciones específicas y detalladas.
Román y Diez (1998) exponen que la génesis de la competencia desde la perspectiva sociocultural presupone los siguientes requisitos:
Nivel necesario de comprensión mental (habilidad intelectual)
Percepción de que cada una de las metas que se van a realizar sean apropiadas y deseadas.
Un nivel de motivación óptimo
Acceso a situaciones en que existen oportunidades de repetir las destrezas adquiridas, así como oportunidad para recibir una adecuada retroalimentación positiva hasta que se haya sido mejorada.

Las competencias tiene que ver con el desarrollo conductual del sujeto del aprendizaje, la conducta se puede formar con los rasgos y comportamientos observables, pero también con los no observables, como la conciencia, la creatividad, las actitudes, las necesidades, etc. Factores que no son tomados en cuenta por el sistema tradicional conductista. El control de la conducta sirve para manejar los estímulos de la vida a presión, en el campo laboral.
La competencia desde la perspectiva de la formación para el trabajo, explica que la realización pasa por el dominio de las capacidades en la acción misma del desempeño en el trabajo que de una formación abstracta o teórica. Por lo que el sujeto podrá adquirir competencias en una formación eminentemente práctica. (Iglesias, 2010) señala que “estructurar una formación para el trabajo que atienda al desarrollo de la personalidad, con el énfasis en la búsqueda de autonomía, responsabilidad y participación; de allí la importancia que se le confiere a las competencias sociales y cooperativas”.
La competencia es un concepto complejo y dinámico. Si, la formación de competencias tiene que tener perspectivas en lo sociocultural, conductual y realización en el trabajo, alcanza la dimensión compleja del sujeto a formarse.
Lo complejo tiene que ver con la diversidad de elementos que componen un situación, un todo se compone de partes que interactúan, desde variables diferentes, como es el caso de las competencias en las cuales las variables contexto, capacidades, tareas o problemas, se entretejen en una interacción que sólo puede ser verdaderamente comprendida desde la perspectiva de la complejidad. (Iglesias, 2010)
El carácter dinámico de la competencia consta de tres direcciones fundamentales: los factores afectivos (que se ubican en aspectos metacognoscitivos), Las fases dinámicas por donde transita la acción, las cuales posibilitan aseverar que la competencia es acción, actuación y creación. Las direcciones del carácter dinámico de la competencia apuntan hacia los conocimientos, la afectividad y la perspectiva fásica de la acción.
  
Conclusión
Los alcances del enfoque socioformativo, la teoría de la complejidad aplicada a la competencia, el sistema de enseñanza por competencias, son aportes científicos que deben confluir para reformar la enseñanza universitaria.
El desempeño del ingeniero agrónomo que alcanza la proyección y difusión de conocimientos en la mejora de la producción y productividad del agro, se sostendrá si recibe una formación integral por competencias, para dotarlo de capacidades comunicativas, de una vasta formación general y valores y actitudes, para que su integración e inserción en el ámbito laboral sea efectiva.
Sólo con una vocación de cambio que alcance las estructuras de la enseñanza se lograría ofertar una enseñanza acorde con la demanda de la sociedad actual. Este cambio no sólo involucra el currículo, sino, las perspectivas de los directivos, docentes, estudiantes y comunidad en general.


Bibliografía
Iglesias, M. R. (2010). El Concepto de competencias desde la complejidad. México: Trillas.
Tobón, S. (2010). Formación integral y competencias. Bogotá: Ecoe.
Vargas, J. (2008). Tesis doctoral: El Paradigma Sociocognitivo como base del cambio en la cultura pedagógica. Madrid: Universidad Complutense de Madrid.
De Zubiría, Miguel. Introducción a Pedagogía Conceptual. Colombia.(2007).
De Zubiría, J. De la Escuela Nueva al Constructivismo. Un Análisis Crítico. Cooperativa Editorial Magisterio. Bogotá. 2008. Pp 55


[1] Informe de la UNESCO “Hacia las sociedades del conocimiento” (2005)
[2] citado por (Iglesias, 2010)

miércoles, 15 de agosto de 2012

PEDAGOGÍA: Argumentos y dilemas epistemológicos

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https://docs.google.com/file/d/0B1ErzPllURiBdDNTd2Z6THdUYmM/edit
https://docs.google.com/file/d/0B1ErzPllURiBS1lsNWg1bjI0Mlk/edit



Una aproximación al mapa disciplinar de la Pedagogía
Isabel Velázquez

Resumen
De Luis Antonio Abad Arriaga
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La educación es el proceso de formación del hombre y como objeto de estudio de la Pedagogía, es una necesidad del hombre mismo de explicar y entender su problemática científica y epistemológica.
Entender la epistemología de la Pedagogía resulta una tarea muy compleja. Tiene que ver con la evolución de los conceptos de “ciencia” e “investigación científica”, así como el arrastre de la globalización y el avance significativo de las ciencias auxiliares de la Pedagogía.
La educación es un proceso tan antiguo como el hombre. “cronológicamente la realidad educativa precede a la pedagogía” (Ricardo Nassif), los primeros en estudiar a la educación, previamente a la aparición de la pedagogía fueron los filósofos griegos del siglo IV a.c. donde la educación tenía que estar ligada íntimamente a los valores de libertad y a la reflexión sobre la vida.
La autora asume que la Pedagogía es una disciplina y por eso le compete la teoría, mientras que el fenómeno educativo de naturaleza práctica, es el objeto de estudio.
Se puede determinar que la Pedagogía ha tenido un proceso de construcción científica, que tiene que ver con dos aspectos fundamentales: los cambios en el pensamiento científico y el cambio histórico de la perspectiva epistemológica.
En la evolución de la concepción de ciencia, la Pedagogía atraviesa desde la perspectiva positivista del siglo IX, donde la ciencia se circunscribía a conocimientos como conjunto de certezas o verdades acabadas producto de una investigación experimental con información medible cuantitativamente, como modelo de las ciencias naturales. Pasa por la perspectiva interpretativa o fenomenológica a mediados del siglo XX, donde se interpreta a la ciencia como un conjunto de conocimientos provisorios, comunicables y enseñables, aperturándose a las ciencias sociales, con una investigación científica cualitativa, con un método científico como un procedimiento de resolución de problemas relativos al conocimiento del mundo. Hasta llegar a principios del siglo XXI con una perspectiva crítica donde los territorios de cada ciencia no se diferencian férreamente sino que se flexibilizan haciéndose más complejas.
Es necesario concebir la maduración del concepto pedagógico porque la disciplina pedagógica promueve respuestas y soluciones a los problemas educativos contextuales y coyunturales de una sociedad cambiante e intercultural.
A través del tiempo nos damos cuenta que de la Pedagogía que conducía a la perfección del ser humano, al hombre ilustrado, como lo sostiene Esther Díaz, en estos tiempos de adelantos tecnológicos y la era digital, el objetivo de la Pedagogía es darle al hombre la capacidad de aprender. Antes el conocimiento se acumulaba, ahora se descarta, se aprenden cosas que en poco tiempo dejan de tener vigencia.
La Pedagogía tiene un carácter inter, multi y transdisciplinar que le permite abordar el complejo fenómeno educativo, por lo que se nutre de las teorías metodológicas y las técnicas e instrumentos provenientes de las ciencias auxiliares que le sirven para abordar la problemática educativa.
La Pedagogía como disciplina tecnológica produce servicios que se incorporan al mundo real a través de los modelos teórico que subyacen conscientes e inconscientemente en las personas y les otorgan determinadas habilidades, capacidades y actitudes. La Pedagogía promueve la invención de estrategias y técnicas nuevas que sirven de nexo entre las demandas reales y las propuestas educativas.
Podemos concluir: Que la Pedagogía es una disciplina científica y tecnológica con un campo conceptual flexible y dinámico, que se modifica permanentemente porque su objeto de estudio: la educación cambia por acción y efecto de la influencia de las formaciones culturales.


El Paradigma Socio-Cognitivo como base del cambio de la cultura pedagógica: Análisis de una experiencia DDEE Intervención Regional
José Antonio Vargas Aguilar

Resumen de: Luis Antonio Abad Arriaga
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La educación en una sociedad tiene que ir cambiando como cambian las estructuras de la misma, en el aspecto económico, social, cultural, político. Estos cambios demandan un tipo de hombre, adaptado a ese nuevo contexto, tipo de hombre que tiene que ser formado por el modelo educativo vigente.
La globalización es un fenómeno irreversible e incontenible, que desde hace un siglo ha cambiado el orden mundial, por los adelantos vertiginosos de la ciencia, la tecnología y el conocimiento científico. Esto indudablemente afecta en los países en desarrollo, su cultura y los valores humanos. La educación tiene el rol de resistencia cultural, modelando un nuevo hombre que se adapte a ese contexto, en la sociedad del conocimiento y la información, el avance neoliberal en la economía hace que el desarrollo de la humanidad cambie los medios de producción, ya no son la tierra, los recursos naturales o el capital, sino la información y el conocimiento. Los mercados toman las riendas de la economía mundial, las trasnacionales invaden el mundo sumiendo a los estados débiles.
Con los efectos de este fenómeno, surge el concepto de mundialización, proceso histórico que nace cuando se manifiesta la interacción de los sujetos de un territorio a otro en el ámbito cultural, político, social, económico, comercial o jurídico, provocando la diversidad cultural, la que instala un nuevo modelo y forma de organización social, que confrontan y cuestionan las tradiciones y valores existentes en una sociedad.
La globalización instala una sociedad de la información, donde se hace indispensable el manejo de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TICs), la que ocasiona importantes desigualdades entre países desarrolladores, productores y consumidores de tecnología, desembocando en una cultura mundial global producida por el poder y la capacidad de atracción de los medios de información y comunicación.
Esta cultura obliga a incluir en la vida diaria del hombre las TICs (internet, correo electrónico, telefonía celular, etc.). los medios de comunicación representan el espacio privilegiado de inter acción social, brindando facilidades para el intercambio de ideas, sin tener en cuenta el tiempo y la distancia, se difuminan las fronteras.
Es importante destacar que estos instrumentos avanzados no sólo permiten que sus usuarios sean consumidores, sino también productores de sus propios mensajes, capacidad poco utilizada, pues las mayorías son consumidores pasivos, reciben contenidos que ya existen, abriendo más las brechas de desigualdad.
La sociedad del conocimiento, también es efecto de la globalización. El capital humano predomina al capital material, los conocimientos son el motor de la dominancia y el poder. El hombre actual tiene que educarse permanentemente.
“La Educación además de ser un elemento cultural, representa una de las formas más seguras de extender y perpetuar la cultura de la sociedad”. La globalización ha generado más pobreza y desigualdad y una de las maneras de disminuir el impacto de la pobreza y exclusión generado por ésta es incluir el aspecto humano (valores) en el currículo de los centros educativos.
Estos cambios obligan a que el sistema educativo tenga que adaptarse a las nuevas necesidades y requerimientos.
“La revolución del conocimiento demanda la refundación de la Escuela en la cual ésta adquiere un nuevo y fundamental protagonismo, como una forma de aplicar y generar conocimiento desde el aula” (Román 2005:39)
Es importante optimizar acciones educativas con el objeto de poner en práctica un paradigma educativo diferente al tradicional, que permita desarrollar las competencias básicas en los alumnos, complementados con el aspecto social, integrados en un enfoque “Socio – Cognitivo”.
El paradigma socio cognitivo integra lo cognitivo con lo social en una sola propuesta educativa. Comprende una adecuada estructuración significativa de los contenidos, hechos y procedimientos, que favorezcan un aprendizaje significativo individual (modelo cognitivo) que se complementará con la experiencia individual y grupal contextualizada de los alumnos (modelo sociocultural), para que surja el interés y la motivación que posibilite la creación de actitudes, valores, capacidades y destrezas.
El proceso de enseñanza obliga al maestro a que perciba cómo aprende el alumno, así  como la organización y transmisión de la información (aprender a aprender) que significa aplicar el uso adecuado de estrategias cognitivas, metacognitivas y conceptuales, que cambie el rol del docente, que lo haga mediador del aprendizaje, que incremente la motivación de los alumnos, trabaje las destrezas básicas, fortalezca el afán de superación, la curiosidad  intelectual y sentido de búsqueda. Es decir el docente tiene que dotar de herramientas adecuadas, como: desarrollar capacidades, destrezas, habilidades, valores y actitudes.
El área cultural contempla la formación de la identidad cultural, al transmitir valores que aseguren la continuidad en la sociedad originaria. Lo político-institucional, demanda actitudes y formación de conductas básicas para funcionar dentro del modelo institucional, de distribución y ejercicio de poder que la sociedad ha definido como adecuado. La producción requiere la formación de capacidades-habilidades, actitudes y conductas acordes con el aparato productivo de ñla sociedad, la aplicación de la ciencia, la tecnología para el crecimiento nacional
El paradigma educativo que la sociedad de hoy requiere, tiene que integrar los niveles: a) político-ideológico; b) técnico pedagógico; y, c) organizacional. Que sostengan una educación que forme personas que requiere el sector productivo, y, fundamentalmente que demande la sociedad. Personas competentes, que desarrollen capacidades, habilidades, valores y actitudes adecuadas. Estos requerimientos sociales pueden especificarse en tres áreas concretas: cultural, política institucional y la producción. Otros componentes también importantes: a) la educación para todos; b) la calidad de la educación; c) el cambio de saberes a competencias; d) la equidad educativa; y, e) el desarrollo humana.
El docente de esta nueva escuela tiene que tener ciertas características como: poseer autonomía de juicio, capacidad de escuchar, de expresar y defender sus ideas con razones (dando argumentos y aportando evidencias)
Este nuevo paradigma considera a los alumnos como sujetos activos procesadores de información, que posean competencias cognitivas y solucionar problemas, con sensibilidad para participar en la transformación social
El Paradigma sociocognitivo es una integración de los paradigmas cognitivos y socio cultural, que conforman un modelo educativo que responda a las necesidades de una sociedad globalizada, con un tinte humanista. La parte cognitiva aporta claridad a través de las representaciones mentales, ayudan a los alumnos a mejorar las que tienen; o bien a desarrollar nuevas según sus necesidades.
La perspectiva socio cultural, enfoca su atención en la parte social, sobre todo en las proiducciones humanas como es el caso de la cultura. Esta se alcanza cuando la persona desarrolla en su vida intelectual un encuentro con el mundo físico y existe una interrelación con las personas que lo rodean. De esta forma, la cultura se adquiere con sentido y significación, pues supone tanto una socialización, como la madurez de la persona.
Para una mejor asimilación de las competencias, el alumno deberá observar: A) los proceso básicos de aprendizaje: atención, percepción, codificación, memoria y recuperación de la información. B) la base de conocimientos: conocimientos previos (hechos, conceptos y aplicaciones) C) Diferentes tipos de aprendizaje, formas de aprendizaje. D) Conocimiento estratégico, E) Conocimiento metacognitivo, discernimiento que ha desarrollado el alumno acerca de sus experiencias almacenadas y de sus propios procesos cognitivos.
En la parte socio cultural de este paradigma, enfoca su atención en:
a)    La parte humana personal. El alumno es un ente activo en su proceso educacional, sustentado en la práctica y procesos sociales, en los que se involucra el mismo.
b)    La interacción social con otros
c)    La influencia que ejerce la interacción social en la transmisión de los saberes
El proceso de enseñanza – aprendizaje puede considerarse como una acción que se realiza en el mismo momento por dos sujetos diferentes, en la cual uno prioriza una de las acciones. El aprendizaje de cualquier contenido será más rápido y efectivo si se encuentran de por medio interacciones sociales en el aprendizaje.
El paradigma sociocognitivo, considera la evaluación como un instrumento que brinda información valiosa respecto a los productos esperados tales como: los procesos en desarrollo, el nivel de desarrollo potencial y los procesos cognitivos realizados por el alumno. Esta se desarrolla en situaciones de mayor interactividad entre el evaluador y el examinado.







MODELO PEDAGÓGICO PARA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA

https://docs.google.com/file/d/0B1ErzPllURiBNFozMnI5V0EzTWM/edit







Introducción a la Pedagogía Conceptual
Miguel De Zubiria Samper
Resumen de:
Luis Antonio Abad Arriaga


El autor afirma que la educación actual, que sigue el obsoleto paradigma de la educación industrial, es un lastre para el desarrollo; contradiciendo puntualmente a Ricardo Hevia, que afirmaba que: “La educación es el motor del desarrollo”. Esta afirmación la basa en los cambios fundamentales de la post modernidad que ha tenido la sociedad: Cambios enormes en la familia y en el modo de producción económico.
Es decir la educación no funciona con el paradigma de la acumulación de grandes volúmenes de información en el cerebro, sino más bien que la sociedad actual requiere elevar del hombre, su talento y creatividad, con una constante innovación para dinamizar la economía, motor de la sociedad actual.
La escuela tiene que asumir la responsabilidad de formar al hombre, papel que antes de los cambios de la economía lo asumía la familia. La modernidad destruye esta unidad de formación y humanización del hombre, primero se destruye la familia rural y luego la urbana. La formación en la escuela es para la vida y no sólo para el colegio. Esta formación debe privilegiar dos ámbitos: el ámbito de las interacciones humanas y el nuevo ámbito laboral, grupal y solidario que tiene que ver mucho con la interacción humana.
La Pedagogía Conceptual forma individuos diestros al interactuar con otros, consigo mismos y con grupos y que desarrollen además su talento laboral, para que viva con afecto, sepa trabajar, desarrollar su talento laboral y sea productivo, lo que el autor resume en “Talento humano”.
Para sustentar esta necesaria formación, se puede partir de las ideas de Alvin Toffler para entender la lógica de la nueva producción postindustrial: el trabajador rutinario que realiza tareas monótonas y repetitivas como cargas bultos, pegar ladrillos, etc. Que representan a los trabajadores de la primera ola. El trabajador de servicios, cubre extensos oficios hasta incluir las profesiones y el de talento creativo oferta su capacidad de utilizar creativamente el conocimiento convirtiéndolo en servicios originales, en empresas innovadoras o en productos: libros, películas, investigaciones, etc. La importancia en reconocer estas tres clases de trabajadores radica en la diferencia salarial. Diferencia enorme entre el trabajo individual del artesano (primera ola) que su habilidad le agrega valor a la arcilla, y el computador que requiere un trabajo en equipos (tercera ola) en diseño, patentes, mercadeo, fabricación. Diferencia entre el talento individual y el talento creativo que es en equipos.
Esta división de trabajadores produce una nueva economía con tres clases de bienes:
Mercancías intensivas de trabajo (artesanías, manufacturas), servicios simples o calificados profesionales y bienes innovadores o servicio intensivos en talento y creatividad. Bienes de donde resultan riquezas y pobrezas.
Si se requiere hombres talentosos y que sepan interactuar para poder desenvolverse bien en el ámbito laboral, es necesario una formación diferente a la tradicional, que puede cumplir la pedagogía conceptual.
Otro fundamento lo da Sigmund Freud, quien descubrió que a la salud psicológica la atraviesan la afectividad y el trabajo. Cada persona debe saberse amada, pero también encontrar satisfacción en su quehacer, que aquel le exija al máximo, que le permita desplegar sus capacidades y actitudes para su realización.
Si se quiere obtener ese objetivo, la Pedagogía Conceptual también tiene el propósito de desplegar el Talento laboral de cada persona, empezando desde muy temprano a explorar sus motivaciones y sus capacidades.
La Pedagogía Conceptual para cumplir con su objetivo ha desarrollado un conjunto de Teorías: las Teorías cognitivas, que adopta el postulado científico de la mente como un sistema en evolución (Steve Mithen). Las Sub teorías Cognitivas caracterizan las operaciones intelectuales y los instrumentos de conocimiento representados gráficamente con mentefactos, que son representaciones gráficas del pensamiento y los valores.
Las Teorías Integradas. La Pedagogía Conceptual integra la evidencia neurocientífica y arqueológica de que la mente se estructura en tres unidades o módulos: Cognitivo, Afectivo y Expresivo. El Módulo Cognitivo percibe y conoce los eventos medioambientales, el Afectivo los valora y elige el mejor patrón de conducta posible, mientras que el módulo expresivo ejecuta las decisiones en una cadena siempre abierta hacia el futuro.
En la esfera humana, Pedagogía Conceptual acomete formar mejores individuos, que alcancen su pleno desarrollo: como humano (compañero, amigo, hermano, padre, esposos) en la esfera laboral busca desplegar el talento de cada cual (profesionales comprometidos con un campo humano significativo: científico, artístico o tecnológico) que destinen sus mejores capacidades y dedicación, esperando que todos aporten a su sociedad y en lo posible se conviertan en líderes, la esencia de las neo empresas del siglo XXI.


Herramientas de la Pedagogía Conceptual en el
Aprendizaje de la Biología
(Estudio de caso)

María Victoria Vargas – Quintero
Resumen de: Luis Antonio Abad Arriaga

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En la biología, como en otras ciencias, los conocimientos no pueden estar estáticos, pues el avance de las ciencias y la especialización que particulariza cada vez más el conocimiento, hace que la biología se nutra a través del tiempo. Toda herramienta que se use en el aprendizaje de esta ciencia tiene que tener en cuenta en que no se puede cerrar etapas y definirla en el tiempo, sino que tiene que ayudar a conocer, comprender, organizar, relacionar y valorar los nuevos aportes.
Según De Zubiria 1998., los temas de estudio pueden dividirse en dos grupos: a) Informaciones específicas, y b) instrumentos de conocimientos.
Los instrumentos del conocimiento son herramientas mentales que sirven para formar un concepto de la realidad real o simbólica, discernir entre un conocimiento y otro para forjar un pensamiento científico con ideas claras y ordenadas. La información específica es la que se encuentra particularmente de algo, que uno la puede clasificar de acuerdo al concepto formado.
En la Pedagogía Conceptual es importante el tipo de instrumento de conocimiento que se utilice, para que el estudiante discrimine el concepto de la información, para evitar que se sature de datos y no pueda utilizarlos en forma ordenada.
De Zubiria, 1998. “La inteligencia humana depende en mayor medida de la calidad y cantidad de instrumentos de conocimientos disponibles que de las informaciones específicas almacenadas” y al entremezclar información y conceptos se reduce la eficiencia del proceso cognitivo.
Los instrumentos ayudan al estudiante a que guarde a largo plazo conceptos que le serán útiles en procesos de alta exigencia cognitiva como el análisis de problemas, la toma de decisiones y la producción de nuevas ideas.
Las herramientas de conocimiento son más eficaces como estrategias para pensar porque ayudan a almacenar de manera organizada y significativa, en la memoria a largo plazo e inferir sobre la información específica.
En la Biología hay pre conceptos que se resisten a ser cambiados, en este caso el cambio necesita ser reforzado desde diversas áreas de la Biología para que el estudiante lo ponga a prueba hasta afianzarlo.
Cuando a los estudiantes se les pide que todos los temas tratados  sean resumidos en mapas categoriales y cuadros sinópticos para evaluar la capacidad de discernimiento en un examen en el que puedan usarlo. Se nota que los alumnos que usan los instrumentos de conocimientos, en su mayoría aprueban, algunos de los que no construyeron los mentefactos también aprueban pero sin poder precisar si podrán en el futuro discernir los conceptos.
La autora concluye que los mapas categoriales bien elaborados son herramientas útiles para procesos de alta exigencia cognitiva como el análisis. Y la revisión de mentefactos brinda al docente información sobre dificultades de los alumnos en la identificación de conceptos, la capacidad de síntesis y de análisis.


DISEÑOS CURRICULARES DE AULA

Martiniano Román Pérez – Eloisa Díez López
Resumen de: Luis Antonio Abad Arriaga

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Los nuevos diseños curriculares, ante el fracaso evidente de las reformas que se han sucedido, tiene que fundamentarse en que las organizaciones tienen que crear su propio conocimiento y aprender herramientas para la vida: capacidades, destrezas y habilidades, junto a valores y actitudes.
Para lograr esto se necesita refundar la escuela, sin perder de vista el pasado y sin pretender como se ha hecho siempre, un reordenamiento superficial; sino tocar a profundidad la inteligencia institucional y profesional de la organización.
En esta refundación, el maestro tiene que entender que el diseño curricular de aula es un instrumento de planificación, que tiene que respetar el axioma de que los contenidos y los métodos son medios para desarrollar capacidades y valores., implantando un nuevo paradigma humanista socio – cognitivo, donde se apoya en los supuestos de aprender a aprender para desarrollar capacidades y valores, por medio de actividades como estrategias de aprendizaje, de una manera científica (inductiva – deductiva) constructiva y significativa para el aprendiz. Con un nuevo modelo de profesor como mediador del aprendizaje y de la cultura social e institucional.
Esto significa que para implantar este nuevo modelo la organización tiene que desaprender los modelos de la escuela clásica y la escuela activa. En la escuela clásica principalmente se consideraba el aprendizaje de contenidos por medio de métodos, procedimientos y actividades, subordinando las habilidades y los valores que se desarrollaban indirectamente y por sentido común (currículo oculto).
En la escuela activa, que surge a finales del siglo XIX se da primacía a los métodos y actividades como formas de hacer, que era más importante que el saber. Continuando subordinado las habilidades y los valores y gran parte de los contenidos. El aprender se reduce a saber hacer o aprender a hacer.
Con estas experiencias históricas, los diseños curriculares de aula tienen que convertirse en herramientas de planificación donde no se centre la educación en los contenidos como objetivo principal, o en el clásico modelo de enseñanza – aprendizaje, sino orientar el proceso en el desarrollo de habilidades y valores, con maestros que tengan en cuenta que primero es el aprendizaje. Es decir dejar de lado el modelo conductista de un currículo cerrado, con la suma de actividades y dejando al sentido común la formación de habilidades y valores. Es decir darle el suficiente valor al “aprendizaje – enseñanza” que tenga presentes elementos cognitivos (capacidades y destrezas) y elementos afectivos (valores y actitudes).
Con estas consideraciones, la nueva escuela se basaría en un paradigma socio – cognitivo, sustentado epistemológicamente en: una fuente psicológica, que explique que el currículo como modelo de aprendizaje, aprender a aprender  como desarrollo de procesos cognitivos y afectivos. Sociológicamente, que el profesor medie en el marco cultural del aprendiz, actuando la escuela como una agencia de socialización y enculturación. La fuente antropológica, tiene que ver con el tipo de humanismo a desarrollar en el hombre, el tipo de cultura y valores para intervenir en el contexto del estudiante. Todas estas fuentes intervienen en la didáctica  de las áreas y asignaturas en todos los niveles educativos.
Es necesario entonces, definir al currículo como selección cultural: Las capacidades, los valores, contenidos y los métodos / procedimientos que los adultos queremos que se aprendan en la escuela. Las escuelas son las instituciones y los profesores los mediadores de la cultura social e institucional. Las capacidades (como herramientas mentales) y los valores (como tonalidades afectivas) son los objetivos, y los contenidos (como formas de saber) junto con los procedimientos – métodos, son los medios para conseguir los objetivos.
Los elementos fundamentales del Diseño Curricular de Aula, son los mismos del currículo: capacidades – valores como objetivos y contenidos y métodos como medios, aplicados al aula. Con una buena planificación de estos cuatro elementos, en la práctica se evidencia que se subordinan la enseñanza al aprendizaje y la enseñanza es un método centrado en procesos, orientado al desarrollo real de capacidades y valores.
El Diseño Curricular de Aula consta de una planificación larga anual o bianual  y varias planificaciones cortas (entre tres y seis) por año. La planificación larga de la asignatura se divide en planificaciones cortas o programaciones de unidades de aprendizaje. Esta división favorece el aprendizaje constructivo y significativo.
En una planificación larga se pueden señalar entre sus elementos fundamentales a: La evaluación inicial, indica el andamio, la estructura, el organizador y los conceptos previos sobre los cuales se construyen los nuevos aprendizajes. Sobre este elemento el profesor tiene que tener una hipótesis sobre lo que tienen que saber los estudiantes (conceptos previos) y que tienen que saber hacer con lo que saben (destrezas o habilidades) para comenzar un curso, y planificar sobre esa realidad.
El Modelo T de Asignatura: trata de integrar los elementos básicos del currículo (capacidades y valores como objetivos y contenidos y métodos como medios) en una sola hoja para que sean percibidos de manera global y el profesor pueda construir una imagen mental útil para su actuación profesional en un año escolar. Se apoya en tres teorías fundamentales: Teoría del procesamiento de la información, trata de facilitar el procesamiento y la organización mental de todos los elementos del currículo. La Teoría del interaccionismo social, que es como una foto de la cultura social e institucional y Teoría de la Gestalt, percepción global de la información curricular.
El papel del profesor como mediador del aprendizaje, parte de identificar con precisión el “para qué aprende el aprendiz” lo que le va a dar la dirección a su actuación. Tiene que tener sentido de que se pretende desarrollar personas capaces de vivir y convivir como personas, ciudadanos y profesionales, en el marco de la cultura social e institucional. El profesor debe priorizar los procesos de aprendizaje y así generar modelos de enseñanza centrad en procesos, en forma de estrategias de aprendizaje. El cómo enseñar se debe subordinar  al cómo aprende el aprendiz. En este sentido es que el profesor usa sus estrategias cognitivas y metacognitivas para posibilitar el aprendizaje, sin dejar de lado los pasos en los procesos científicos del mismo.
Esta planificación sería conveniente para mejorar los procesos educativos, teniendo en cuenta la ineficacia de la escuela clásica y la escuela activa en el hombre actual.